Empatía con el mundo

Simple-Mente

Beatriz E. Alvarez Barrón

Las personas que saben ponerse en el lugar de los demás desarrollan mejores relaciones sociales. El amor y el respeto que se tenga para sí mismo y para otros es determinante en el mundo en transformación en el que habitamos.

¿Cuáles son los paradigmas que nos permitirán avanzar? La forma en cómo entendemos al mundo depende de las vivencias y creencias de cada sociedad. Este conjunto de creencias y vivencias van a determinar la realidad para cada persona. Habrá que abrir la consciencia a nuevos ámbitos y tener una mirada global.

Algunos de los principales temas socio-culturales a considerarse en este cambio, son  los que tienen que ver con la medicina (salud-enfermedad); los peligros de los modelos publicitarios; los alimentos que se producen y se comen; y desde luego la revolución de internet.

Hay que entender y respetar las ideologías: religiosas, políticas, educativas, económicas de cada sociedad, para poder ser empáticos con el mundo. Nos expresamos a través del lenguaje, de la tecnología. Lo artificial (redes sociales) nos permite destruir o construir; colaborar o separar.

El entorno social, la historia de las personas, las oportunidades dentro del contexto histórico actual, determinan de alguna u otra forma el diario vivir. Observamos, oímos, hablamos, internalizamos para luego transformar y reaccionar.

Romper con modelos limitantes arcaicos, que han estado establecidos y que se han heredado, es una manera de eliminar los obstáculos que impiden avanzar a las personas y a las sociedades.

Conocer el sentido de tu vida, conectarte con tu interior y escucharte, es una forma de conectar con el mundo desde la empatía, la comprensión, la tolerancia, la bondad y el amor. El autoconocimiento te permite descubrir el significado de tus acciones y de las acciones humanas, de la vida social (sus motivaciones, sus creencias y valores).

¿Cómo desarrollar el carácter empático? la empatía se puede ampliar, las personas que saben manejar mejor su estado de ánimo, que pueden regularlo, tienen más facilidad para empatizar. Existen técnicas específicas, sencillas de practicar que te ayudan a entender mejor a tus semejantes.

Separar los propios pensamientos y sentimientos para comprender los de los demás, sin necesidad de estar de acuerdo, de enojarte o de querer cambiarlo. Estas prácticas te ayudan a escuchar, comprender y responder de manera equilibrada.

Un ejemplo es la empatía en los negocios como herramienta principal para lograr las propias metas. Las  experiencias, el poder y el potencial hay que reconocerlo y valorarlo, sin límites ni juicios. La capacidad de escuchar te hace más eficaz y persuasivo. Lo contrario es la personalidad narcisista, antisocial, obsesiva y psicópata; que no permite ponerse en los zapatos de los demás.

En síntesis, la empatía con la familia, los compañeros de trabajo o la escuela, con tus vecinos; te facilitará sonreír y ser amable con el mundo entero. Las personas empáticas también se permiten no escuchar, estar a solas y se dejan ayudar. Todos necesitamos de la empatía para relacionarnos mejor con los demás.

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