Simple-Mente
Beatriz E. Alvarez Barrón
Imagina que estas en un
lugar donde ves frente a ti varias puertas, todas son iguales, en su interior,
si decides entrar, no hallaras lo mismo. ¿Cómo resolver por cual entrar de
todas esas puertas?
En el camino de tu vida vas
tomando decisiones, unas acertadas y otras no tanto. Los errores se corrigen.
Cierras una puerta y abres otra. Si las puertas tuvieran un letrero
advirtiéndote de lo que hay dentro: peligros, enfermedades, mortificación, de
todas formas entrarías, simplemente por curiosidad, o porque no sabes leer y no
preguntaste.
Puede que la primera puerta
que abras te lleve al placer, a la alegría y a una vida sin esfuerzos; y luego
quizás te fastidies y quieras probar algo diferente. ¿Qué será? Hay puertas
hacia el pasado y hacia el futuro. El umbral en el que estas ahora; está frente
a la puerta del presente.
“Cuando
atraviesas la puerta que te lleva a tu interior –que es tu verdadera casa– en
el umbral sentirás temor a la oscuridad, cuando estas adentro; veras la luz que
te guiará por el camino correcto”. Beatrice
Introducirse en el mundo
interior, conocerse a sí mismo, darte cuenta de cuáles son tus verdaderos
pensamientos, sentimientos, deseos; puede producir nerviosismo y ansiedad. Pero
cuando logras entrar, viene la auto aceptación sin juicios, sin reclamos;
aparece el amor incondicional.
¿Cómo entrar a tu interior
sin miedo? Puedes hacerlo en soledad o acompañada, guiada por un maestro, un
terapeuta, o por alguna persona en la que
puedas confiar. Será un viaje al interior en donde puedes encontrar un
tesoro maravilloso dentro de un cofre del que solo tú tienes llave.
Existe también, en alguna
parte del cuerpo, una caja de basura. Esa basura contiene: dolor, palabras que
te hirieron, rechazo, tristeza, odio y rencor; pero puede ser liberada,
reciclada. Tú escoges la mejor manera de transformarla.
Puedes tirársela a otra
persona, o mentalmente mandarla al mar para que la sal la purifique, puedes
quemarla imaginariamente; o puedes transformarla en composta (abono) para que te
ayude a dar buenos frutos.
Esta transformación requiere
de la degradación a través del perdón. Si no hay perdón, la basura se
descompone, apesta y produce enfermedades. La mente se enferma y el cuerpo lo
muestra. Hay que curar la mente para que el cuerpo sane.
Abrir la puerta hacia el
interior es una aventura, es la liberación de culpas y de resentimientos. El
ego es dominado. El desprecio de sí misma (de la persona) y de los demás;
cambia por amor. La vida se mira transparente, los colores se perciben nítidos,
los aromas son deliciosos y los problemas se ven como oportunidades para seguir
creciendo.
La respuesta a la pregunta
¿Qué necesitas para abrir una puerta? Es: que esté cerrada. (Del libro “La
Puerta de los tres cerrojos”, de Sonia
Fernández-Vidal).
terapiabreveconbeatriz@gmail.com
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