martes, 25 de abril de 2017

¿Te ha dado resultado decir una mentira y lo sigues haciendo?

Simple- Mente Beatriz E. Álvarez La mayoría de las personas hemos mentido en alguna ocasión y nos han dicho una mentira, que con el tiempo se descubre. Quizás has tenido razones “poderosas” para hacerlo. Cuando una persona miente acerca de algo o alguien y obtiene lo que quiere, ya sea evitar un problema mayor, un enfrentamiento, revelar algo de sí mismo, “no lastimar”, obtener un beneficio o cualquier otra razón, es entonces cuando se hace una costumbre y en ocasiones ni siquiera son conscientes de que mienten habitualmente, aun sin que exista la “necesidad”; se convierte en un patrón de conducta. La mitomanía, del griego Mythos (mentira) y manía (compulsión); es un trastorno sicológico que consiste en mentir de forma obsesiva, falseando la realidad. La persona que miente, tiene un motivo personal muy profundo y es que se cubre en la mentira porque la verdad lo desenmascara: son manipuladores apasionados y tratan de convencer, resultando casi creíbles, por esa afirmación que dice “Miente miente, que a la larga se instalará”. Los especialistas la llaman mentira patológica, se trata de un trastorno de la personalidad. La mitomanía puede ser peligrosa ya que falsean datos o hechos para obtener beneficios personales y puede conducir a conductas delictivas. Las personas que mienten tienen gran variedad de argumentos para seducir y utilizar las relaciones en su provecho. Pueden provocar daño emocional, físico o económico a los que los rodean y estas personas ponerse a salvo. Tienen gran habilidad para representar el papel de víctimas o inocentes con gran descaro. Sienten indiferencia y ausencia de culpa, “pierden la memoria” y se disfrazan de bondadosos, cordiales y encantadores. ¿Qué hacer si te identificas con estas caracteristicas y deseas
cambios en tu conducta? Si quieres captar la atención, ser aceptado y admirado puedes recurrir a tus cualidades. Lo primero es pedir ayuda profesional, atrévete a mostrarte tal como eres, te sorprenderás de cómo las personas te aceptan. Revisa tus pensamientos: “no valgo nada”, “si le digo la verdad no me va a querer” “se va a enojar” estos pensamientos tienen que ver con tu baja autoestima. Cambia tus pensamientos, refuerza los positivos: lo que si has logrado en tu vida, lo que has hecho bien, los reconocimientos que has recibido. Desarrolla tus habilidades de comunicación para reparar los daños que has provocado. Expresa tus deseos, tus sentimientos, aceptando lo que la otra persona piense, sin la necesidad de que los demás estén conformes contigo. Estimular tu autoestima cada día, te llevará a darte cuenta que eres apreciado por ti mismo (tu yo verdadero) más que por las máscaras que usas. terapiabreveconbeatriz@gmail.com

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