Simple-Mente
Beatriz E. Alvarez Barrón
“Es una decepción
seguir igual,
hay que poner énfasis
en las resistencias
que en el pasado
actuaron y
ocasionaron el estado
de no saber”.
Freud 1913.
Para alcanzar la paz interior o la paz en nuestro país es
necesario vivir un proceso, un cambio de sistema. El ataque no es la solución
para defender tu erróneo sistema de pensamiento, hay que cambiar el miedo por
el amor y no resistirse.
Si tienes una enfermedad
mental, padeces de síntomas físicos, problemas que te impiden vivir tranquila
como persona y avanzar para encontrar la felicidad; habrá que tomar en cuenta
varios elementos para llegar a la curación total.
Cuando no experimentas los
efectos de la curación de manera inmediata, no es porque haya fallado la
terapia, más bien es la resistencia al cambio. Te puedes quejar, pero tal vez
no has hecho lo que debes hacer para sanarte. Inconscientemente no quieres
mejorar. La enfermedad tiene ganancias secundarias y no quieres renunciar a
ellas.
Para S.Freud estaba claro
que la mera comprensión intelectual del problema o de la enfermedad no es
suficiente. Eres tú el que te haces esto a ti mismo, es esencial que se descubra
y se mire la resistencia a soltar el problema.
“Las
resistencias (sentirte víctima, ser complaciente o mostrarte indiferente) aunque
están ahí y son visibles, no las quieres ver. No examinarlas es la manera de
protegerlas, de seguir enfermo, de obtener los “beneficios” de permanecer con
la enfermedad.
Tienes que mirar a tu Ego,
abordar la causa de la enfermedad, descubrirla y mostrarla para lograr la
sanación. Aunque gruña, aunque ataque, aunque se resista al cambio.
¿Qué es la curación? es el
acto de despejar todo lo que obstaculiza. Dejar de mirar a través de sentirte mártir,
de complacer a todos o ser indiferente negando tus emociones. Freud reconoció
que una resistencia psíquica se puede resolver pacientemente o por grados. “Hay que adaptar al paciente para que
reconozca sus resistencias” S.Freud, Estudios sobre la Histeria 1893.
Debido a la duda retrocedes.
Alejarte de la verdad, criticar, hallar defectos y hacer juicios; te aleja de
la salud. Tu proyección cada vez es más sutil y desviada de la conciencia. Al
hombre solo le interesa él mismo, cree que es pacífico, amoroso y lo único que
está haciendo es proyectar su odio y rencor inconscientes sobre el mundo.
La dinámica de miedo y odio
se tiene que entender para acabar con ella. Está cubierta por el manto de la
bondad. Hay un abismo entre lo que realmente se desea y lo que se proyecta con
pensamientos, palabras y actos.
Un mundo de odio, de
rechazo, de juzgar; debe acabar. La aceptación, el amor y la libertad son la
fuente de la sanación. Hay que cambiar las creencias acerca de la crueldad, de
defendernos porque nos sentirnos atacados y justificarnos para atacar. De no hacerlo “estaremos como las victimas de Medusa nos
volveremos piedra y seremos destruidos” (Kenneth Wapnick).
No hay que tener temor al
siguiente paso como si fuera el miedo a la muerte. El ego vocifera a gritos,
hay que disipar la desconfianza a perder el “Yo”, a lo que deseas ser (Ego). El
miedo es fabricado, entonces podemos fabricar el amor y la paz dentro de nosotros y en nuestro país.
Referencia: Kenneth Wapnick,
Doctor en psicología clínica. El Final de Nuestra Resistencia al Amor.
Editorial El Grano de Moztaza,2007.
Facebook: Beatriz
Alvarez Barrón
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