martes, 12 de septiembre de 2017

El caballo testarudo

Simple-Mente Beatriz E. Alvarez
“Erase una vez un caballo que se metía en problemas a cada rato, se atoraba en las puertas, perdía las herraduras, comía cualquier cosa que le ofrecían y le provocaba cólicos y aunque tenía una inteligencia bastante más alta que el de la mayoría de los caballos, su inteligencia emocional no le permitía percibir cuando estaba a punto de meter la pata. Pensaba que vivía en el mundo del “no me di cuenta”, olvidaba como relacionarse adecuadamente con otros caballos, no sabía enfrentar los obstáculos y esto no le funcionaba porque a veces hasta le tocaba una patada. A su alrededor los caballos que lo amaban entraban en estado de desesperación y se ponían a relinchar, se preguntaban ¿Cómo ayudarlo? y hacerle saber que ese no era el camino por el que debía seguir, si quería llegar al lugar de sus sueños. “No hay mas ciego que el que no quiere ver” decía el mas viejo de los caballos. A veces iba por el camino menos accidentado, pero de inmediato se metía en problemas, se distraía con cualquier movimiento, se paraba continuamente a platicar con todo animal que se encontraba, o se detenía a descansar y dormía por largas horas. Esto no le permitía mirar a su alrededor orientándose y dirigiéndose hacia su meta, en ocasiones tenía que seguir a otros caballos para no quedarse “atorado”, sin saber hacia dónde ir. Un día sucedió que iba a todo galope y no vio una gran zanja, cayó y se quedo mirando el cielo, no podía moverse, fue cuando tomo conciencia de que para lograr lo que quería debía caminar con paso firme, muy atento y alerta a lo que sucedía a su alrededor. Desde ese día cuando se encontraba a otros animales y le hacían plática, se quedaba a saludarlos un momento y de inmediato continuaba su camino para llegar a su destino. Así fue como este gran caballo llego a viejo, platicaba a sus nietos lo que aprendió, ahora disfrutaba de la manada; su familia y sus mejores amigos. Fue un ejemplo para los pequeños potrillos y potrancas. Cada historia de vida contada es una lección por aprender”. Beatrice, 2015. Sucede que algunas personas van por la vida sin saber hacia dónde se dirigen, se dejan llevar por lo que hacen y dicen sus amigos, sus familiares y lo que la sociedad acostumbra. Esto crea la sensación de vacío, no existe una motivación propia, no tienen un proyecto de vida. Es muy importante que te hagas las siguientes preguntas: ¿Cómo vives? ¿Cómo quieres vivir? ¿Qué vas a hacer para vivir como quieres? El autoconocimiento te dará las respuestas. El autoconocimiento es el resultado de un proceso reflexivo mediante el cual adquieres noción de tu persona, de tus cualidades y de tus características. Vivir este proceso te llevará por el camino de la autoestima y auto aceptación. Por otra parte, hacer tu proyecto de vida, plasmar en un escrito los sueños que deseas cumplir para los próximos 12 o 24 meses, será como tener una brújula en el desierto. Ahí estarán tus experiencias por vivir, lo que puedes aprender, tus viajes, el cuidado de tu cuerpo, tus diversiones, tus relaciones familiares, de pareja, quizás un cambio de trabajo o de residencia. terapiabreveconbeatriz@gmail.com

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