martes, 8 de agosto de 2017

Dejar de postergar, el complejo de Penélope.

Simple- Mente Beatriz E. Álvarez En la mitología griega, Penélope era la mujer de Ulises, que tejía y destejía siempre la misma tela para evitar casarse con los pretendientes al reino insular de Itaca mientras esperaba que volviera Ulises. El complejo de Penélope, (la expresión fue acuñada por la psicoanalista austriaca Marie Langer) habitualmente asociado a la mujer, pero no exclusivamente, es en psicología, aquel, en que la espera se transforma en una constante existencial en la vida de algunas personas. Un complejo paralelo, pero referido a los hombres, es el llamado complejo de Ulises. Es posible que las personas que retrasan sus actividades o situaciones que deben atender, tengan un impacto en su bienestar afectivo. Yo no sé si tú conoces a alguien o seas tú mismo, quien tiene el hábito de sustituir sus deberes por otras actividades más irrelevantes, pero que son más agradables. Conozco personas que viven con tensión constante, que les gusta hacer todo en el último minuto y que en ocasiones tienen “suerte” y todo les va bien. Tal vez reciben ayuda de su familia, amigos o hasta en el trabajo encuentran quién les resuelva lo que ellos mismos no resuelven. En este país, las conductas de aplazamiento se dan en todos los ámbitos. “lo dejamos para mañana”, “después lo vemos”, “hoy ya no se pudo”, y así se pueden pasar los años. Estas conductas se auto justifican, posponer a futuro lo que es difícil, tedioso, aburrido o peligroso; es subordinado a lo urgente. Podríamos decir que la voluntad de estas personas se ha perdido, no se atreven a hacer cambios, evitan el dolor o la incomodidad. La facultad de decidir y ordenar la propia conducta no se expresa de forma consciente, no hay una intención de realizar algo con buen resultado. Sin embargo también puede ser un síntoma de algún trastorno psicológico como la depresión, o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad TDAH. Superar el habito de posponer, es el título del libro de William Knaus (investigador), que nos da una serie de caracteristicas de las personas con tendencia a la postergación: Tienen una pobre autoimagen y autoconcepto (elementos de la autoestima) que les hace creer que son incompetentes, ven el mundo con demasiadas exigencias que no son capaces de cumplir. También pueden ser personas perfeccionistas y que tienen miedo al fracaso. Son personas autoexigentes, que se marcan metas poco realistas. Prefieren las tareas donde hay garantías de éxito. Sufren de ansiedad y tienen pensamientos catastróficos. Se les dificulta tomar decisiones. Se sienten indefensos y sienten autocompasión. Tienen accesos de ira e impaciencia, vienen pensamientos como ¡qué idiota soy! terminan atrapados en un círculo de enojo-rebelión que empeora su rendimiento. Posteriormente viene la necesidad de sentirse querido, basan su valía como persona en la aceptación y atención recibida. Se sienten fuertes si se les recompensa o se sienten personas inválidas, cuando no obtienen lo que desean, por este motivo aceptan las demandas de los demás con el fin de agradar. Son incapaces de establecer prioridades, el trabajo se les acumula y esto les provoca ansiedad, estrés, angustia, indecisión, impotencia y fracaso. Es un círculo vicioso del que no pueden salir. Si te has identificado con varias características de las personas que postergan, puedes tener un problema de autoestima y por esa razón evades por miedo al fracaso. Si postergas tus tareas hasta que ya no hay más remedio que realizarlo tienes un problema de activación. Si eres indeciso entonces te pierdes pensando la mejor manera de hacer las cosas. Te invito a sentir la satisfacción de adelantar los éxitos ¡empieza ahora! terapiabreveconbeatriz@gmail.com

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