martes, 22 de agosto de 2017

¿Qué induce a delinquir?

Simple-Mente Beatriz E. Alvarez
Las leyendas populares como la de Jesús Arriaga alias “Chucho el roto”, nos da una idea de cómo el entorno social puede definir a un delincuente. En el caso de Chucho el roto o también conocido como el bandido generoso, se dice que era un hombre pobre, nacido en Tlaxcala en 1858 y que se enamoró de la sobrina de un millonario de origen francés que lo mandó a la cárcel. Este hecho y el sentirse humillado, amenazado y rechazado por su condición, lo volvieron un hombre astuto, estafador y vengativo. Robaba a los ricos, participaba en las fiestas donde conocía gente rica a la que después robaba, lucho a favor de los desposeídos y se convirtió en ídolo del pueblo. Existen caracteristicas psicológicas, biológicas y sociales que intervienen en la conducta delictiva. Las frustraciones, las necesidades internas y externas que sufren las personas que delinquen; tienen una poli causalidad. La familia, la cultura, el nivel educativo, la organización social, la estructura de la política, las creencias religiosas; son causas a considerarse en el estudio de la personalidad del delincuente. El trabajo interdisciplinario de la ciencia, estudia los fenómenos delictivos a través de la medicina, la psicología, la sociología, las estadísticas y la tecnología. El delincuente criminal no puede reprimir sus impulsos antisociales. Su fantasía es consumada activamente realizando robos, secuestros, asesinatos y terrorismo. Los factores socioculturales son clave, además de las caracteristicas biológicas o genéticas y de las caracteristicas psicológicas. Los trastornos de salud mental, los desordenes hormonales a nivel cerebral incrementan la conducta violenta y antisocial. En un estudio en Dinamarca, se vio como la esquizofrenia o el desorden de personalidad antisocial aumenta la conducta homicida en hombres y mujeres. Hay mas convictos en las cárceles con desordenes psiquiátricos. Dentro de las caracteristicas sociales tenemos que el nivel educativo, el desempleo, el pandillerismo, la desigualdad económica puede llevar a incrementar la violencia criminal. El delincuente se hace. Escuchamos cada día un evento violento, de odio o venganza. El empeoramiento de las condiciones de vida hace que las personas piensen más en “tener” antes que “ser” viven dentro del mito del bienestar “se es más, cuanto más se tiene”. Las sociedades se defienden a través del miedo en su vida, en la calle, hacia el futuro y presentan al delincuente como un “monstruo” en lugar de una persona humana, con necesidades que atender, ya sea biológicas, psicológicas o sociales. Los castigan con la muerte o en las cárceles, sin entender las causas profundas de la delincuencia. Las sociedades requieren de nuevas formas para la solución de conflictos sin violencia y para poder dar fin a estas expresiones de frustración, enfermedad y miedo. terapiabreveconbeatriz@gmail.com

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