martes, 28 de mayo de 2019

Apoyo psicológico y emocional


Simple-Mente
Beatriz  Alvarez Barrón


El estrés  afecta a muchas personas, la tensión que se genera día a día por las preocupaciones familiares, económicas, para conseguir trabajo, por la inseguridad; hace que se acumule y se generen enfermedades físicas y mentales que requieren de ayuda psicológica y emocional.
Las experiencias traumáticas, por ejemplo: accidentes automovilísticos, hospitalización o agresión que viven muchas personas en la actualidad, requieren de atención inmediata, breve y eficaz. Hay que brindarle a la persona que está sufriendo la ayuda adecuada.
Las causas del estrés son tanto biológicas como ambientales y afectan a muchas personas. Prepararte para combatirlas es tu tarea si quieres vivir saludablemente, evitando la neurosis y los conflictos para ti, tu familia y la sociedad.
La depresión, la baja autoestima, la falta de hábitos saludables, la demencia y otros trastornos se desencadenan a partir de no hacer frente a tiempo la realidad. Se deja pasar por miedo o por desconocimiento y desencadena en problemáticas más difíciles de solucionar.
Es necesario acudir para recibir ayuda en los casos de estrés postraumático o en casos extremos de estrés laboral para prevenir el “burnout” o síndrome del quemado. La intervención tiene que tratar desde la raíz el problema para que se resuelva.
¿Cómo darse cuenta que se está sufriendo de estrés crónico? Si has notado que te preocupas demasiado por lo que puede suceder y que esto afecta tus relaciones, que te da miedo salir a la calle, que te enojas frecuentemente, que discutes por todo y que tu tolerancia ha disminuido; es tiempo de que pidas ayuda.
Una de las causas que favorecen el estrés es la mala gestión del tiempo. Tal vez conoces personas que tienen exceso de trabajo, que quieren hacer demasiadas actividades a la vez y no las concluyen, que sus hábitos de sueño, alimentación y descanso son irregulares; ellas son las primeras candidatas a sufrir ansiedad y descontrol.
El perfeccionismo también contribuye a estar más tenso y angustiado y no permite disfrutar de los pequeños logros. Los perfeccionistas no confían en las personas y quieren hacerlo todo ellos mismos. Esto les ocasiona preocupación y estrés constante.
Se pueden tener como aliadas diferentes prácticas cotidianas para reducir el estrés. Hacer yoga ayuda física y mentalmente, tiene muchos beneficios porque busca el bienestar y la paz interior e implica un estilo de vida que compromete a llevar  hábitos sanos.
Alguna estrategias que tienen las personas para prevenir el estrés son: tener pensamientos que generen confianza, una actitud positiva hacia la solución de los problemas, comer y beber de manera adecuada para su nutrición, utilizan el buen humor y ríen más frecuentemente, practicar mindfulness (atención plena) que ayuda a ser consciente así como la meditación.
Dormir mejor y las horas necesarias, practicar ejercicio físico, bailar, escuchar música o tocar un instrumento; todas estas actividades ayudan a reducir la tensión acumulada y el estrés diario.
¿Tú cuántas de estas actividades llevas a cabo?  Si no haces ninguna, estas acumulando tanta tensión en tu mente y en tu cuerpo que un día inesperado te puede provocarte una crisis. Es mejor poco a poco, a tu propio ritmo iniciar con cada una de estas recomendaciones ya probadas por miles de personas.
Te sorprenderás de lo bien que se puede vivir aún dentro del caos. Tendrás más habilidades como la empatía, la compasión, la solución de conflictos sin violencia  y podrás disfrutar de tu familia, tus amigos, tu trabajo y tus vecinos.
Haz que tu voz sea escuchada, que recibas ayuda y que inicies una vida más sana y placentera.
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