Simple-Mente
Beatriz Alvarez
Barrón
El estrés afecta a muchas personas, la tensión que se
genera día a día por las preocupaciones familiares, económicas, para conseguir
trabajo, por la inseguridad; hace que se acumule y se generen enfermedades
físicas y mentales que requieren de ayuda psicológica y emocional.
Las experiencias traumáticas,
por ejemplo: accidentes automovilísticos, hospitalización o agresión que viven
muchas personas en la actualidad, requieren de atención inmediata, breve y
eficaz. Hay que brindarle a la persona que está sufriendo la ayuda adecuada.
Las causas del estrés son
tanto biológicas como ambientales y afectan a muchas personas. Prepararte para
combatirlas es tu tarea si quieres vivir saludablemente, evitando la neurosis y
los conflictos para ti, tu familia y la sociedad.
La depresión, la baja
autoestima, la falta de hábitos saludables, la demencia y otros trastornos se
desencadenan a partir de no hacer frente a tiempo la realidad. Se deja pasar
por miedo o por desconocimiento y desencadena en problemáticas más difíciles de
solucionar.
Es necesario acudir para
recibir ayuda en los casos de estrés postraumático o en casos extremos de
estrés laboral para prevenir el “burnout”
o síndrome del quemado. La intervención tiene que tratar desde la raíz el
problema para que se resuelva.
¿Cómo darse cuenta que se
está sufriendo de estrés crónico? Si has notado que te preocupas demasiado por
lo que puede suceder y que esto afecta tus relaciones, que te da miedo salir a
la calle, que te enojas frecuentemente, que discutes por todo y que tu
tolerancia ha disminuido; es tiempo de que pidas ayuda.
Una de las causas que
favorecen el estrés es la mala gestión del tiempo. Tal vez conoces personas que
tienen exceso de trabajo, que quieren hacer demasiadas actividades a la vez y
no las concluyen, que sus hábitos de sueño, alimentación y descanso son
irregulares; ellas son las primeras candidatas a sufrir ansiedad y descontrol.
El perfeccionismo también
contribuye a estar más tenso y angustiado y no permite disfrutar de los
pequeños logros. Los perfeccionistas no confían en las personas y quieren hacerlo
todo ellos mismos. Esto les ocasiona preocupación y estrés constante.
Se pueden tener como aliadas
diferentes prácticas cotidianas para reducir el estrés. Hacer yoga ayuda física
y mentalmente, tiene muchos beneficios porque busca el bienestar y la paz
interior e implica un estilo de vida que compromete a llevar hábitos sanos.
Alguna estrategias que
tienen las personas para prevenir el estrés son: tener pensamientos que generen
confianza, una actitud positiva hacia la solución de los problemas, comer y
beber de manera adecuada para su nutrición, utilizan el buen humor y ríen más
frecuentemente, practicar mindfulness (atención plena) que ayuda a ser
consciente así como la meditación.
Dormir mejor y las horas
necesarias, practicar ejercicio físico, bailar, escuchar música o tocar un
instrumento; todas estas actividades ayudan a reducir la tensión acumulada y el
estrés diario.
¿Tú cuántas de estas
actividades llevas a cabo? Si no haces
ninguna, estas acumulando tanta tensión en tu mente y en tu cuerpo que un día
inesperado te puede provocarte una crisis. Es mejor poco a poco, a tu propio
ritmo iniciar con cada una de estas recomendaciones ya probadas por miles de
personas.
Te sorprenderás de lo bien
que se puede vivir aún dentro del caos. Tendrás más habilidades como la
empatía, la compasión, la solución de conflictos sin violencia y podrás disfrutar de tu familia, tus amigos,
tu trabajo y tus vecinos.
Haz que tu voz sea
escuchada, que recibas ayuda y que inicies una vida más sana y placentera.
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