Simple-Mente
Beatriz E. Alvarez Barrón
A nivel personal ser
independiente es la capacidad de tomar decisiones, actuar y valerse por sí mismo. ¿Que necesitas para
lograr tener estas aptitudes? Se requiere ser congruente y tener firmeza de carácter.
Es también un proceso que implica un propósito, un proyecto de vida
independiente.
Son muchos los jóvenes y
adultos que quieren ser independientes de sus padres o de sus jefes y sus intentos son fallidos.
Entran en conflicto consigo mismos y con la sociedad. Su seguridad y confianza
se disminuye a tal grado que se sienten derrotados y viven frustrados, ansiosos
o deprimidos.
La falta de oportunidades de
trabajo bien remunerado y muchos otros factores, intervienen en el círculo de
la desilusión. Renuncian a sus sueños y se limitan a vivir sin pasión por lo
que hacen. Esto los lleva a la consulta psicológica en el mejor de los casos.
Para reducir el estrés que
les produce depender de los padres o de un trabajo donde no se satisfacen sus necesidades,
muchas ocasiones recurren al alcohol, las drogas o cualquier satisfactor
inmediato que les ayude a olvidar su difícil situación.
Es posible ser independiente
si se llevan a cabo algunos cambios. Estos incluyen los pensamientos, los
sentimientos, lo que se dice y lo que se hace. ¿A qué cosas se está dispuesto a
dejar para lograr lo que se quiere?
Cuando las personas acuden a
consultoría (psicoterapia o coaching) empezamos a estimular y desarrollar su
autoestima, a recuperar sus cualidades, aptitudes y capacidades (recursos) y
llevar a cabo su proyecto de vida –que
es la brújula para lograr objetivos –
para así poder llegar al cumplimiento de sus metas personales y profesionales.
El paso más importante es
abandonar “el nido” el área de confort y buscar una vida propia. Para ello hay
que prepararse psicológicamente. Tomar consciencia de las responsabilidades que
implica la libertad. Atreverse, como lo hacen millones de hombres y mujeres en
todo el mundo y en todos los tiempos. No hay un mejor momento que hoy.
Para obtener esta
independencia, hay que perder algunos beneficios que pueden ser: la protección
financiera de los padres (vivienda, alimentación) la zona de confort en el
hogar, la oficina o la ciudad en la que se vive.
Si se tiene la capacidad de
cumplir los compromisos y responsabilidades sin la necesidad de recurrir a
nadie; entonces se está preparado para tomar la decisión de llevar una vida
adulta de forma que satisfaga y haga sentir que se puede realizar todo lo que se
desea.
La independencia personal
hay que trabajarla en distintos ámbitos, es un proceso, no llega sola, el miedo
al fracaso o al sufrimiento puede paralizar. Si una persona se lo propone, es
posible desbloquear todo aquello que interfiere; entonces se puede ser digno de
libertad y felicidad.
¡Empieza a planear tu
libertad personal!
Twitter: beatricealvare9
Facebook: Beatriz Alvarez Barrón
terapiabreveconbeatriz@gmail.com
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