jueves, 26 de enero de 2017

Los síntomas físicos y su causa emocional

Simple-Mente Beatriz E. Álvarez
En época invernal se agudizan los padecimientos de las vías respiratorias, virus y bacterias se aprovechan de los cambios de temperatura y las bajas defensas de los cuerpos que habitan. Tos, fiebre y estornudos son síntomas que nos avisan que algo está pasando en nuestro cuerpo y hay que escucharlo. La OMS define la salud como: «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Algunas personas se irritan o se enojan cuando se enferman, quizás porque les impide continuar con su vida diaria o les da miedo, desconocen la enfermedad a la que se están enfrentando. Los síntomas se revelan como manifestaciones físicas de conflictos psíquicos; su mensaje puede descubrir el problema de cada persona. Algunas personas padecen del sistema respiratorio, otras del aparato digestivo, otras de los huesos y así vamos encontrando diferentes expresiones de lo que sucede en su vida emocional. El Dr. Bradley Nelson, experto en medicina bioenergética y psicología de la energía, en su cuadro básico de las emociones atrapadas, nos dice, que en la enfermedades del pulmón o del colón- por ejemplo- existe: llanto, desanimo, tristeza, pesar, pena profunda; como una emoción que quedó atrapada en alguna momento de la vida y no se liberó; ahí está, y se presenta como síntoma físico. Siendo su causa, un estado emocional. Otro ejemplo es el de las enfermedades del corazón o el intestino delgado, en donde las causas son: el abandono, el desamparo, el engaño, la pérdida, amor no recibido, inseguridad, vulnerabilidad. Se puede diagnosticar la causa emocional de las enfermedades, en los diferentes órganos del cuerpo. Escuchar a tu cuerpo, poner atención a eso que sientes, ayudará a que te restablezcas más rápidamente. Habrás oído, que para muchas personas el vivir una enfermedad, ha sido el camino para reconciliarse con la vida y con sus seres queridos, tienen que pasar por esa fuerte “prueba” en la que reflexionan profundamente, porque cuando se está postrado por una enfermedad grave, es cuando se tiene tiempo de meditar sobre las acciones que se han tenido hacia los demás y no podemos irnos a otro lado, ni distraernos para no enfrentar la verdad. Es ahí cuando se nos revela el propósito de nuestra vida. Si se supera la crisis, es cuando encuentras un camino de felicidad y bienestar; si de lo contrario la enfermedad se lleva tu cuerpo físico, también te habrás preparado para la muerte. ¿Qué puedes hacer mientras cuidas el cuerpo físico con infusiones, jarabes y reposo? Aprovecha para descansar y hacer lo que te gusta: leer, escuchar música, ver películas o series, acomodar un cajón, terminar alguna tarea en casa y hablar con la familia o amistades. Cuando cuidamos de nosotros mismos, nos apapachamos, somos pacientes y tolerantes con nuestras enfermedades, nos hacemos amigos de ellas, las conocemos y reconocemos todo acerca de nuestra salud. Valoramos la salud. La salud también es contagiosa terapiabreveconbeatriz@gmail.com

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