martes, 10 de enero de 2017

Fortaleciendo la voluntad

¿Para qué sirve la voluntad? “La voluntad es la potencia del alma que nos mueve a hacer o no hacer una cosa. Es un querer firme, constante que nos lleva a hacer lo que nos hemos propuesto. Es de naturaleza espiritual, su máxima expresión es el amor” (Carlos Llano Cifuentes, filosofo y fundador del IPADE) ¿Para qué querría yo fortalecer mi capacidad para decidir con libertad lo que deseo y lo que no deseo? La libertad se cree que es la ausencia de límites, la independencia absoluta, no permitir imposiciones, probar de todo, no comprometerse con nada ni con nadie y romper las ataduras. ¿Y si la libertad fuera: conocerme, amarme, ser empático con el dolor propio y ajeno, tener compasión en lugar de miedo, aprender a vivir conmigo mismo sin necesidad de “distraerme” con las adicciones a cualquier cosa? Para fortalecer el cuerpo físico es necesario ejercitarlo, mantener una rutina, disciplinarnos; lo mismo sucede con la voluntad. Hay que practicar habitualmente la voluntad. “…la importancia soberana del hábito; es preciso contraer buenos hábitos desde la más tierna infancia, necesidad de la moderación; todo exceso en más o en menos destruye la virtud y la prudencia, Tres condiciones se requieren para que un acto sea verdaderamente virtuoso: saber, voluntad, y constancia. (Moral a Nicómaco. Aristóteles).Para tener voluntad hay que erradicar de nuestras vidas todo aquello que nos limita: 1.-Obrar para tu propio interés (egoísmo) que no te permite realizar acciones que ayuden a los demás, dice la frase célebre del escritor español, Pio Baroja: “Cuando el hombre se mira mucho a sí mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál es su careta” 2.- Falta de instrucción y conocimientos (ignorancia); "el odio y la violencia son el resultado del terror, y el terror nos viene de la ignorancia” 3.- Falta de ganas de trabajar, o de hacer cosas (pereza, flojera) 4.-Tener una actitud opuesta al compromiso, a la falta de voluntad de dirigir la propia vida (pasividad) 5.-Necesidad de la ayuda de otros para decidir, falta de firmeza y seguridad (indecisión) 6.-Falta de voluntad firme y continua para hacer una cosa (inconstancia) 7.- Engañar a los demás y a ti mismo (mentir para manipular)“…Cada cual juzga en general a la felicidad por lo que es su vida; al vulgo le basta ir en pos de los placeres” (Aristóteles, filosofo y científico griego). Sabemos que los vicios no son “pasiones” son hábitos; si podemos crear un hábito, también podemos cambiarlo o eliminarlo. Te has de estar preguntando si es necesario dejar de hacer todo lo placentero que te rodea, para hacer valer tu voluntad. Solamente harás los cambios que tú decidas, los que tú quieras. La pregunta frecuente en la consulta es: ¿cómo puedo cambiar esta conducta? “no puedo hacerlo, lo he intentado de muchas maneras y no logro cambiar esto que me afecta a mí y a mis seres queridos”. La respuesta está en hacer cambios, a tu propio ritmo, avanzando, sin dar marcha atrás, sin dejarte llevar por la “pasión” que te domina; esto solo es un pretexto para dejarte vencer. Hay que tener valor y derrotar la cobardía y el temor. Existen diversos matices para poder fortalecer la voluntad. Cuando tus acciones están inspiradas por la pasión y el deseo, no son involuntarias, es tu voluntad llevarlas a cabo, ¿por qué no usar esta misma voluntad para actuar virtuosamente? La falta de voluntad puede llevarte al pesimismo, al hastío, a la depresión, a la ansiedad por el éxito y como resultado una falta de identidad que desembocará en un deterioro de contacto con la realidad. La inteligencia es la potestad del hombre, la voluntad y el carácter proceden de ella, se tiene que trabajar y moldear para que sea útil. Una persona inteligente no es la que tiene más conocimientos sino la que tiene capacidad para usar esos conocimientos; hay que tener voluntad. terapiabreveconbeatriz@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario