¿Qué es el empoderamiento?
El concepto:
Los estudios de las mujeres se han visto obligados a encontrar una palabra en español equivalente al verbo empower y al sustantivo empowerment, utilizándose como sinónimos de este termino potenciación y poderío o en su forma verbal, empoderar, potenciar y apoderar).
El empoderamiento tiene significados diferentes en cada escenario y para cada individuo o grupo. Las definiciones varían según las disciplinas que lo utilicen: psicología, ciencias políticas, educación, derecho o economía, entre otras.
Su uso se ha generalizado en los últimos quince años. Sin embargo hay ambivalencias, contradicciones y paradojas en la utilización de este concepto, como señalan Batliwala (1997) y Zapata, (2002), ya que al tiempo que se ha proyectado la agudeza de su perspectiva, se ha diluido y vaciado su significado.
Para el Doctor Enrique García Ibarra significa “toma de conciencia”, capacitar a la persona para el afrontamiento de las demandas, dominio y control sobre su entorno cultural y ambiental. Mecanismos y hechos que dignifican y reposicionan a la persona afectada, y a terceros directa o indirectamente afectados. Alude a resignificar, simbolizar, hacer aberración de una situación, evento o posición inadecuada, incomoda o degradante de una persona o grupo. Posicionar con dignidad, valor y honor, adherirse a la pulsión de vida, al Eros, superar el resentimiento que conlleva el deseo de venganza .
Según Batliwala el empoderamiento es «el proceso de ganar control sobre una misma, sobre la ideología y los recursos que determinan el poder». Estos recursos podrán ser humanos, intelectuales, financieros, físicos y de una misma.
Para Young consiste en «asumir el control sobre sus propias vidas para sentar sus propias agendas, organizarse para ayudarse unas a otras y elevar demandas de apoyo al Estado y de cambio a la sociedad».
La variabilidad de uso y contenido del término empoderamiento ha hecho que desde el feminismo, sobre todo de la década de los 90, se haya tratado de llenar este vacío de significado.
En este sentido Wieringa opina que el concepto tiene significado «si es utilizado para la transformación social según la concepción feminista del mundo».
El empoderamiento, estrategia impulsada por los movimientos de mujeres de los países del Tercer Mundo se ha convertido en el eje central de la perspectiva de género y supone un fortalecimiento de la posición social, económica y política de las mujeres.
Esta estrategia ha sido identificada como meta principal de las organizaciones feministas de base que se han marcado por objetivo superar el enfoque de Mujeres en el Desarrollo (MED), enfoque que al no cuestionar las relaciones de poder autoritario, no incidía en la modificación de la posición subordinada de las mujeres.
Para las feministas, el empoderamiento pretende alterar radicalmente los procesos y estructuras encargados de reproducir la posición subordinada de las mujeres. Las relaciones de género son básicamente relaciones subordinadas de poder, donde todo lo femenino tiene un valor inferior a lo masculino. De ahí que para conseguir un verdadero desarrollo para las mujeres sea necesario modificar estas relaciones, siendo la adquisición de poder por parte de éstas la forma de equilibrar la balanza.
Se infiere, entonces, que el empoderamiento dentro del ámbito del desarrollo se manifiesta como una redistribución del poder entre los géneros. Sus metas son desafiar la ideología patriarcal, transformar las estructuras e instituciones que refuerzan y perpetúan la discriminación de género y la desigualdad social (la familia, la etnia, la clase, la religión, los procesos educativos y las instituciones) y capacitar a las mujeres para que logren tener acceso y control de los recursos materiales y simbólicos.
El empoderamiento es un proceso personal, cada mujer tiene que empoderarse a sí misma, no es posible hablar de dar poder a otras personas. No obstante, sí se pueden abrir espacios y dar posibilidades para que se desarrolle este proceso, de ahí la importancia de crear conciencia de la discriminación de género y del compromiso de las organizaciones como agentes facilitadores del mismo
Cabe mencionar también que el empoderamiento de las mujeres representa un desempoderamiento de hombres o pérdida de la posición privilegiada en que los ha colocado el patriarcado, de ahí la necesidad de trabajar también con ellos (Batliwala, 1997).
Visto de otra manera, señala León (2001), el empoderamiento de las mujeres puede significar también un empoderamiento psicológico y emocional de los hombres, por medio del cual muchos de ellos lograrán avanzar.
El empoderamiento de las mujeres:
un camino hacia la equidad y el desarrollo.
Los procesos de empoderamiento entrañan, cambios en la conciencia, la autonomía, las identidades individuales y colectivas, la percepción del mundo y de su propio ser de las mujeres. De ahí que sea visto como una estrategia de aplicación «obligatoria» dentro de todas las políticas y ámbitos de desarrollo, al considerarse, la adquisición de poder por parte de éstas un pre-requisito fundamental para superar la discriminación genérica en que viven inmersas, produciéndose, por ende, una mejora en su calidad de vida y en su desarrollo.
Conclusión
Como nos dice Irene Cacique en su investigación sobre “Trabajo femenino, empoderamiento y bienestar de la familia”, falta mucho para avanzar además de la complejidad de cada uno de los procesos que intervienen en este trabajo; Poder de decisión y autonomía de las mujeres, trabajo extra-doméstico, empoderamiento y violencia hacia la mujer y participación de los varones en el cuidado de los hijos.
Al mismo tiempo podemos decir que el trabajo de la mujer fuera del hogar y su empoderamiento han sido vistos como dos mecanismos importantes para la superación de las inequidades de género, para la garantía y preservación de los derechos de las mujeres, para el logro del desarrollo del potencial individual de las mujeres, del mejoramiento en las condiciones de calidad de vida de las mismas, de procuración del bienestar familiar y del desarrollo humano y social.
Bibliografía:
García Ibarra Enrique. El Empoderamiento de la víctima, Diplomado “Atención a Víctimas de Violencia de Género y Violencia Intrafamiliar”, agosto, 2008, Instituto Municipal de las Mujeres de Guadalajara, Guadalajara, Jal.
Casique Irene. Trabajo femenino, empoderamiento y bienestar de la familia. Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), Cuernavaca, México. Latin American Studies Association, LASA 2003.
León, Magdalena. 2001. «El empoderamiento de las mujeres: encuentros del primer y tercer mundos en los estudios de género». En La Ventana, Revista de
estudios de género, núm. 13, pp. 94-116: Universidad de Guadalajara.
El concepto:
Los estudios de las mujeres se han visto obligados a encontrar una palabra en español equivalente al verbo empower y al sustantivo empowerment, utilizándose como sinónimos de este termino potenciación y poderío o en su forma verbal, empoderar, potenciar y apoderar).
El empoderamiento tiene significados diferentes en cada escenario y para cada individuo o grupo. Las definiciones varían según las disciplinas que lo utilicen: psicología, ciencias políticas, educación, derecho o economía, entre otras.
Su uso se ha generalizado en los últimos quince años. Sin embargo hay ambivalencias, contradicciones y paradojas en la utilización de este concepto, como señalan Batliwala (1997) y Zapata, (2002), ya que al tiempo que se ha proyectado la agudeza de su perspectiva, se ha diluido y vaciado su significado.
Para el Doctor Enrique García Ibarra significa “toma de conciencia”, capacitar a la persona para el afrontamiento de las demandas, dominio y control sobre su entorno cultural y ambiental. Mecanismos y hechos que dignifican y reposicionan a la persona afectada, y a terceros directa o indirectamente afectados. Alude a resignificar, simbolizar, hacer aberración de una situación, evento o posición inadecuada, incomoda o degradante de una persona o grupo. Posicionar con dignidad, valor y honor, adherirse a la pulsión de vida, al Eros, superar el resentimiento que conlleva el deseo de venganza .
Según Batliwala el empoderamiento es «el proceso de ganar control sobre una misma, sobre la ideología y los recursos que determinan el poder». Estos recursos podrán ser humanos, intelectuales, financieros, físicos y de una misma.
Para Young consiste en «asumir el control sobre sus propias vidas para sentar sus propias agendas, organizarse para ayudarse unas a otras y elevar demandas de apoyo al Estado y de cambio a la sociedad».
La variabilidad de uso y contenido del término empoderamiento ha hecho que desde el feminismo, sobre todo de la década de los 90, se haya tratado de llenar este vacío de significado.
En este sentido Wieringa opina que el concepto tiene significado «si es utilizado para la transformación social según la concepción feminista del mundo».
El empoderamiento, estrategia impulsada por los movimientos de mujeres de los países del Tercer Mundo se ha convertido en el eje central de la perspectiva de género y supone un fortalecimiento de la posición social, económica y política de las mujeres.
Esta estrategia ha sido identificada como meta principal de las organizaciones feministas de base que se han marcado por objetivo superar el enfoque de Mujeres en el Desarrollo (MED), enfoque que al no cuestionar las relaciones de poder autoritario, no incidía en la modificación de la posición subordinada de las mujeres.
Para las feministas, el empoderamiento pretende alterar radicalmente los procesos y estructuras encargados de reproducir la posición subordinada de las mujeres. Las relaciones de género son básicamente relaciones subordinadas de poder, donde todo lo femenino tiene un valor inferior a lo masculino. De ahí que para conseguir un verdadero desarrollo para las mujeres sea necesario modificar estas relaciones, siendo la adquisición de poder por parte de éstas la forma de equilibrar la balanza.
Se infiere, entonces, que el empoderamiento dentro del ámbito del desarrollo se manifiesta como una redistribución del poder entre los géneros. Sus metas son desafiar la ideología patriarcal, transformar las estructuras e instituciones que refuerzan y perpetúan la discriminación de género y la desigualdad social (la familia, la etnia, la clase, la religión, los procesos educativos y las instituciones) y capacitar a las mujeres para que logren tener acceso y control de los recursos materiales y simbólicos.
El empoderamiento es un proceso personal, cada mujer tiene que empoderarse a sí misma, no es posible hablar de dar poder a otras personas. No obstante, sí se pueden abrir espacios y dar posibilidades para que se desarrolle este proceso, de ahí la importancia de crear conciencia de la discriminación de género y del compromiso de las organizaciones como agentes facilitadores del mismo
Cabe mencionar también que el empoderamiento de las mujeres representa un desempoderamiento de hombres o pérdida de la posición privilegiada en que los ha colocado el patriarcado, de ahí la necesidad de trabajar también con ellos (Batliwala, 1997).
Visto de otra manera, señala León (2001), el empoderamiento de las mujeres puede significar también un empoderamiento psicológico y emocional de los hombres, por medio del cual muchos de ellos lograrán avanzar.
El empoderamiento de las mujeres:
un camino hacia la equidad y el desarrollo.
Los procesos de empoderamiento entrañan, cambios en la conciencia, la autonomía, las identidades individuales y colectivas, la percepción del mundo y de su propio ser de las mujeres. De ahí que sea visto como una estrategia de aplicación «obligatoria» dentro de todas las políticas y ámbitos de desarrollo, al considerarse, la adquisición de poder por parte de éstas un pre-requisito fundamental para superar la discriminación genérica en que viven inmersas, produciéndose, por ende, una mejora en su calidad de vida y en su desarrollo.
Conclusión
Como nos dice Irene Cacique en su investigación sobre “Trabajo femenino, empoderamiento y bienestar de la familia”, falta mucho para avanzar además de la complejidad de cada uno de los procesos que intervienen en este trabajo; Poder de decisión y autonomía de las mujeres, trabajo extra-doméstico, empoderamiento y violencia hacia la mujer y participación de los varones en el cuidado de los hijos.
Al mismo tiempo podemos decir que el trabajo de la mujer fuera del hogar y su empoderamiento han sido vistos como dos mecanismos importantes para la superación de las inequidades de género, para la garantía y preservación de los derechos de las mujeres, para el logro del desarrollo del potencial individual de las mujeres, del mejoramiento en las condiciones de calidad de vida de las mismas, de procuración del bienestar familiar y del desarrollo humano y social.
Bibliografía:
García Ibarra Enrique. El Empoderamiento de la víctima, Diplomado “Atención a Víctimas de Violencia de Género y Violencia Intrafamiliar”, agosto, 2008, Instituto Municipal de las Mujeres de Guadalajara, Guadalajara, Jal.
Casique Irene. Trabajo femenino, empoderamiento y bienestar de la familia. Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), Cuernavaca, México. Latin American Studies Association, LASA 2003.
León, Magdalena. 2001. «El empoderamiento de las mujeres: encuentros del primer y tercer mundos en los estudios de género». En La Ventana, Revista de
estudios de género, núm. 13, pp. 94-116: Universidad de Guadalajara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario