Mente
Simplus
Beatriz E. Alvarez Barrón
23/07/19
Puede dar temor mudar de
aires, cambiar de trabajo, de pareja, de casa, de ciudad, de hábitos. Muchas
personas viven amenazadas y temerosas, indecisas; y se adiestran a vivir de esa
manera. ¿Que hacen las personas que se atreven a dirigir su vida hacia otros
proyectos, hacia otras latitudes, a sentir amor en lugar de miedo e
incertidumbre?
Cambiar pareciera muy
difícil, pero no lo es. En la mente las cosas se ven más grandes, la mente hace
creer que lo que sucedió hace cinco años, está sucediendo en este momento, sin
embargo la mente te puede engañar y lo hace a cada instante. Tú crees que lo
que piensas, lo que ves y sientes, lo que oyes o hueles es real; no lo es, es tu percepción.
¿Entonces qué sucede? Todo el
tiempo estamos proyectando en una pantalla, allá afuera, en el otro, en las
cosas, en los animales; proyectamos las creencias que tenemos. Vemos lo que
creemos, por eso tantas disputas, conflictos y violencia, porque cada persona
ve cosas diferentes, algunos se agrupan y comparten sus creencias y juicios, aun
así siguen siendo ilusiones, ideas, pensamientos, proyecciones.
Puedes estar preguntándote ¿entonces
por qué puedo tocar una mesa, tomar entre mis manos las manos de mis hijos, o
me siento triste cuando me gritan, o me duele si me golpean? Todo eso que está
sucediendo tú lo creas. ¡Pero cómo es posible, es una locura! Para entender hay
que leer, comprender, comprobar cómo es que funciona la mente. No hay que creer
todo lo que se dice, no me creas ¡compruébalo!
La física cuántica nos
explica los descubrimientos científicos actuales, pero no hay que ser
científico o investigador, solo hay que hacer un recorrido histórico de cómo
han cambiado los conceptos en cuanto a lo material; se creyó que la tierra era plana,
que no podríamos volar como pájaros y hay que ver la demostración hecha en
París hace unas semanas por un empresario, volando literalmente sobre los
Campos Elíseos, promoviendo y demostrando como un humano vuela igual que un
ave.
La tecnología progresa ¿y el
hombre? Hay que ver el internet para darnos cuenta de cómo en los últimos 20
años la vida cambio. Las ciudades cada día mas pobladas, los edificios cada día
más altos, algunas personas cada día más violentas, más solas, más enfermas.
Se han dedicado todos los
esfuerzos para modificar el exterior, lo que pasa afuera, habría que mirar
hacia el interior, hacia adentro de sí mismo. Se buscan las soluciones donde no
están, se tratan de cubrir los miedos y el sufrimiento con casas nuevas, autos
deportivos, alhajas o sexo y drogas. Imposible que esos sean los remedios a la
soledad y al abandono, son solo paliativos, porque no hay satisfacción o cura
verdadera.
Si creyéramos que el amor es
lo que mueve al mundo, lo que nos hace felices, entonces porque no fomentamos más
las acciones amorosas: ayudar al otro, respetarnos, darnos la mano en lugar de
meternos el pie para tropezar. Pensar en el otro amorosamente antes de actuar,
dar todo sin esperar nada a cambio. Amor incondicional.
Cuando amamos todo lo
miramos hermoso, cambian los gestos, el tono de voz, la mirada y toda nuestra
química; ¿por qué no creamos ilusiones que nos hagan sentir alegría y paz en
lugar de las ilusiones que nos hacen sentir miedo y ansiedad?
Tú creas lo que crees,
tienes el poder dentro de tu mente, ahí es donde está tu proyector. Proyecta
amor y sentirás y veras amor a tu alrededor, proyecta odio y miedo y lo veras
reflejado en todo lo que te suceda.
Para que esto suceda tienes
que cambiar tu sistema de pensamiento. Así como opera diferente Android y
IPhone, tu PC o una Mac, así cambiaría tu manera actual de pensamiento, habría
un cambio en tus creencias, no harías juicios, ni críticas y el resultado sería
otro.
Con un nuevo sistema de
pensamiento tu vida es placentera, las relaciones interpersonales se construyen
en base a la cooperación, el amor se siente en todos lados y los momentos de
felicidad y tranquilidad son más frecuentes. ¡Atrévete a cambiar!
Consultoría
terapéutica en línea
terapiabreveconbeatriz@gmail.com