Simple-Mente
Beatriz E. Alvarez
Una mujer en una nueva
comunidad se hizo cargo de que las familias que ahí vivían tuvieran agua, luz,
y todos los demás servicios públicos como la recolección de basura, también asistía
a las reuniones vecinales y buscó apoyo
de las autoridades para su beneficio y el de las demás personas.
Un líder se hace cargo de
otras personas, ser líder es hacerse responsable de todo el sistema. En
psicoterapia el terapeuta es el líder porque se hace responsable de que el otro
se cure. Para hacer prodigios hay que trascender los límites y las condiciones.
Para llegar a la meta -si no
eres el guía- hay que dejarse regir por un líder soberano en el que confíes sin
dudar ni juzgar. Si hay juicios hay separación.
Lo bueno o lo malo viene de
una creencia, no surge de la verdad. Ir de lo más simple a lo más complejo y
trabajar quitando los bloqueos, es necesario para que las personas cambien.
Luego hay curación.
Para tener resultados se recorre
un camino, se vive un proceso. Ya sea en una nación, en un gobierno, en una localidad,
en una colonia, en una familia, en una pareja, en una sola persona; los cambios
se dan poco a poco hasta obtener el resultado deseado.
Crear un ambiente de confianza,
sentir lo que el otro siente y transmitir los mensajes al receptor de una
manera eficaz, son indispensables para trabajar de manera conjunta.
Hace dos días la periodista
Cristina Pacheco entrevistó a cinco hondureños, cuatro varones y una mujer. Les
preguntaba: ¿su nombre?, ¿porqué salieron de su país?, ¿si tenían familia?, ¿con
quien viajaban? y pedía permiso para hacer preguntas más intimas. Todas fueron
respondidas.
La preocupación y la
esperanza se expresaba en sus rostros y
en sus palabras. Las lágrimas en la joven mujer acompañada por su esposo y su
hijito de menos de tres años, eran conmovedoras. Al escuchar su historia de
cómo salió tras la caravana un día en que trabajaban como payasos en la calle y
ahí vieron pasar a la multitud, solo decidieron unirse a ella. Una decisión sin
premeditar, una decisión intuitiva y desesperada.
Los varones entrevistados,
un adolescente de 17 años que viajaba solo, dijo que ahora tenía “amigos” en
los que podía apoyarse; salieron en busca de trabajo ya que en su país no hay
para todos. Uno de ellos llevaba tres años buscando trabajar - de lo que fuera
- haciendo filas desde temprano de más de 100 personas, para que al final solo
se quedaran dos de ellos.
Se dejaron guiar por un
líder, siendo líderes cada uno. Esto les da valor para caminar día y noche
hasta llegar a la meta, sin importar los obstáculos que se presenten; los muros
o las agresiones. Se pierden vidas y hay sufrimiento.
Ponerse en el lugar del otro
hacia arriba o hacia abajo, de un lado al otro, llevar hacia un mejor estado al
individuo, cubrir sus necesidades elementales, sus derechos como persona, garantizándole un
techo y alimentación; es lo que hace falta en muchos países del mundo.
Por estas y otras razones,
para curar a una persona o a un país entero, se requiere de un líder que se
haga cargo de todo el sistema. Que busque los recursos y las estrategias para caminar
de una situación actual que no satisface; a una en la que se viva mejor.
Para sanar las enfermedades
de la mente, del cuerpo, del espíritu y
las sociales; se necesita que haya confianza en el líder. Que se respete a las
personas y se aprecien los cambios. Que la percepción y el sistema de
pensamiento se modifiquen, que las creencias distorsionadas se sustituyan por
otras que hagan sentir y vivir mejor a las personas y a la sociedad.
Twitter: @beatricealvare9