martes, 29 de mayo de 2018

¿Qué hacer en momentos de crisis?


Simple-Mente
Beatriz E. Alvarez Barrón
“Sin crisis no hay desafíos,
sin desafíos la vida es una rutina,
 una lenta agonía”
Albert Einstein

¡Tengo miedo! leo en los mensajes de redes sociales, escucho en pláticas entre amistades, familia y consultantes. Las personas sienten niveles de tensión (estrés) acumulado y perciben la violencia en nuestro estado y en nuestro país desde hace muchos años. El resultado: estrés postraumático, ansiedad, ataques de pánico, alteraciones del sueño; entre otros síntomas.
Cuando escucho los mensajes de los candidatos a la presidencia de México, viene a mi memoria frases que desde hace años he oído “vamos a recuperar la paz” “vamos a combatir a la delincuencia” “vamos a…” y me pregunto ¿Qué hay que hacer para volver a la tranquilidad?
Leía que en Lagos de Moreno hubo detenciones, muertos y que los ciudadanos presentan estrés postraumático. Recordé cuando hace 6 años viajaba a este municipio cada semana para estar jueves y viernes con personas en las escuelas, desde kínder hasta secundaria, capacitándolos en temas de educación para la paz, prevención de adicciones, solución de conflictos sin violencia y prevención de violencia intrafamiliar.
En los cursos para adultos que  impartía en la casa de cultura o por la tarde en las escuelas, la asistencia era de mujeres en su mayoría. Lo mismo en Atotonilco el Alto y Zacoalco de Torres. En Autlán de Navarro daba clases a los psicólogos que cursaban la Especialidad en Psicoterapia Breve Integrativa y consultaba a los mismos estudiantes y a otras personas referidas.
En mi experiencia de vida y en la de trabajo he aprendido que hay que trabajar cada día para borrar las causas multifactoriales que mantienen la problemática social. Inicié en el Pabellón de Psiquiatría de la Cárcel Preventiva “Lecumberri”,  en la Casa de Cuna del DIF Nacional, en Centros de atención para adictos y familiares.
Como instructora en  la Academia de Policía de Guadalajara para la que elaboré el primer manual de Desarrollo Humano (materia que impartí a tres generaciones) y la coordinación y elaboración de los programas preventivos para las escuelas del municipio de Guadalajara.
Así como capacitación en temas de desarrollo humano, manejo del estrés, liderazgo, cultura de la Paz, a cientos de personas en centros de trabajo, escuelas, guarderías, programas sociales, etc.
¿Cuál es la solución a los problemas que estamos viviendo como sociedad? Lo primero es darse cuenta que las causas son multifactoriales y cada persona, cada ciudadano tenemos que hacer nuestro trabajo y aportar a nuestra sociedad y a nuestro país lo mejor de nosotros mismos.
La sociedad se corrompe, culpamos a otros, y queremos que nos “salven”. No hay buenos y malos todos somos personas y formamos parte de esta sociedad. Hay que hacernos responsables de nuestros actos, tomar consciencia y actuar con conocimiento.
Para bajar los niveles de miedo y preocupación dejemos de propagar rumores, de ver noticias que no informan y si aumentan el estrés, de criticar y hacer juicios. Seguir trabajando, estudiando con actitud positiva y que los pensamientos y acciones sean amorosos en todo momento.
Practicar alguna actividad física, bailar, escuchar música, meditar, hacer yoga, leer, ayudar a los demás, reunirse con la familia y conversar de las cosas agradables que tenemos en la vida y en el universo. Cambiar la narrativa.

 “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos” (Albert Einstein).

terapiabreveconbeatriz@gmail.com

martes, 22 de mayo de 2018

“Estamos hechos de palabras”


Simple-Mente
Beatriz E. Alvarez Barrón


“El sujeto es hablado por el otro”
Jacques Lacan

El lenguaje nos habla

Las redes sociales tienen un gran aporte a la realidad humana. Las personas expresan sentimientos, creencias, enojo, racismo, preferencias, a través del lenguaje y combinado con imágenes. ¿Te imaginas como sería si pudieran agregar olores y sabores?

Si ponemos atención en la locución que se utiliza hoy en día, nos refleja los elementos inconscientes que cobran forma y se expresan a través de la consciencia. Las teorías del lenguaje estuvieron muy en boga a mediados del siglo XX, el psicoanalista Jacques Lacan introdujo conceptos lingüísticos al psicoanálisis clásico de Freud. Uno de los más importantes es: “La estructura del inconsciente es similar a un lenguaje”.

Jaques Lacan (1901-1981) fue un médico psiquiatra y psicoanalista francés, que fundó la École Francaise de Psychanalyse que después se llamó École Freudienne de París. Dijo que ser psicoanalista era abrir los ojos ante la evidencia de que nada es más disparatado que la realidad humana.

Hizo aportes al psicoanálisis freudiano incorporando elementos de estructuralismo (elementos de la consciencia) lingüística estructural (la lengua es forma y no sustancia), matemáticas y filosofía. Para Lacan el inconsciente funciona como si fuera un lenguaje, si se quiere comprender se tiene que utilizar pautas similares como las que se utilizarían para descifrar una lengua.

El niño  apenas conoce el idioma pero reconoce los objetos, reconoce a su madre. Después la palabra da nombre a lo que vive y más tarde proporciona un significado a lo que le pasa en su interior. Amor, árbol, madre, padre, silencio, esperanza, viento, dolor…el sujeto emerge del lenguaje.

Los signos van marcando un significado. Creemos que la realidad es todo aquello que hemos incorporado a nuestro enunciado. Las personas tienen creencias y costumbres diferentes. Es lo que se ha incorporado a su inconsciente a través del lenguaje y que se expresa a través de su consciente.

Las palabras expresan signos que están en la colectividad, pertenecen a las instituciones sociales (religiosas, educativas, familiares, económicas). De esos signos está formada la consciencia y se ha enviado al inconsciente. Los recuerdos, las inquietudes y vivencias sin nombre se convierten en lenguaje. ¿Qué lenguaje sale de tu boca?

Te invito a reflexionar sobre lo escrito en este texto y recuerda que “Estamos hechos de palabras” según la teoría lacaniana.


terapiabreveconbeatriz@gmail.com




martes, 15 de mayo de 2018

No te dejes engañar


Simple-Mente
Beatriz E. Alvarez Barrón


“En 2018 el mundo tendrá que tener los nervios bien templados
 para resistir los estremecimientos que producirán la serie de
elecciones previstas para este año 2018 en América Latina y Europa”.
(Carlos Siula periodista París, Francia)





Si alguien  con sus palabras o acciones pretende hacerte creer en “su verdad”, hay que preguntarse ¿Qué beneficio va a obtener? ¿Qué beneficio obtendré yo? ¿Qué beneficio obtendremos todos?

El efecto de la difusión a través del radio y la televisión de cerca de 60 millones de mensajes (de octubre del 2017 a julio 2018) de los candidatos a la presidencia de México, cambian el equilibrio ideológico de nuestro país. Pueden persuadirte.

Sin contar con las menciones en las redes sociales de familiares, amigos y desconocidos, las encuestas y las referencias en internet, todo este fenómeno social que se está viviendo ha provocado una consciencia social que puede o no beneficiarnos.

¿Cómo evitar vivir una ilusión y despertar de ella? Darse cuenta que tomar decisiones implica un proceso de análisis, que nada es seguro, no esperar que una sola persona resuelva los problemas de más de cien millones de ciudadanos, que tu participación (que se escuche tu voz votando) hará que la confianza en un líder lleve a todo un país a borrar el miedo y a que se integre el amor y el conocimiento para poder vivir en un mundo donde exista el perdón, la gratitud, y las virtudes necesarias para una sana convivencia entre las personas.

Pareciera un sueño, sin embargo, lo que cada persona proyecta sobre el otro  tiene un significado: los pensamientos, las palabras, los sentimientos, se materializan, se convierten en acciones.

Cuando lees o escuchas en los medios de comunicación, en las redes sociales, en chats de amistades, diversas opiniones; cada persona refleja lo que tiene en su interior  recuerda: “el ego es el que habla”.

No te tomes las cosas como algo personal, los ánimos están exaltados. ¿De qué manera actuar? El enojo y el arrebato, tienen detrás al miedo. Si se comprende esto, entonces  puedes perdonar. Son principios universales para la armonía y la paz.

Recordar algunos datos puede interesarte:

México es una democracia. “En 1900 sólo 11 países eran considerados democracias y para 1950, había 22. En 2016, 87 países de los 193 integrantes de la ONU pueden considerarse democracias, al menos electorales”. (Forbes México)

Hay una lista nominal de 89 millones de personas, la más alta de la historia de México. Asustar, mentir, amenazar, persuadir, puede definir el destino de las elecciones en nuestro país. No te dejes engañar y toma tus propias decisiones.

Se dice que aproximadamente 22 millones de jóvenes van a votar este 1 de julio, si eres uno de ellos, ten consciencia de que tu puedes definir el destino de la elección presidencial. La balanza se inclinará hacia uno u otro lado. Tu participación es fundamental. Medita tu preferencia política.

Los mexicanos vamos a elegir un presidente, gobernadores, alcaldes, concejales, regidores, juntas municipales, sindicaturas, senadores y diputados locales y federales. No es poca cosa, hay que informarse para tomar la mejor decisión. La disputa (según el INE) está entre 18,311 puestos públicos.

¡Los electores haremos histórica la elección presidencial 2018 en México!

terapiabreveconbeatriz@gmail.com



martes, 8 de mayo de 2018

¿Conoces el síndrome de Procusto?


Simple-Mente
Beatriz E. Alvarez Barrón


En la mitología griega, ese conjunto de mitos y leyendas que usaban los griegos para explicar su cosmogonía: sus dioses y héroes, a la naturaleza del mundo, los orígenes y significados de sus cultos y prácticas rituales que formaban parte de la religión de la antigua Grecia; crea el mito de Procusto (“estirador” o Damastes “controlador”) considerado hijo de Poseidón, era un gigante bandido y posadero del Ática.
“En su casa en las colinas ofrecía posada a los viajeros solitarios, mientras dormía el viajero en una cama de hierro, lo amordazaba y ataba a las esquinas de la cama. Si la víctima era alta y su cuerpo era más largo que la cama, le cortaba con serrucho las partes del cuerpo que sobresalían. Los pies, las manos o la cabeza.
Si era menor de longitud que la cama, lo descoyuntaba a martillazos hasta estirarlo. Se dice que nadie coincidía con el tamaño de la cama porque Procusto tenía varias camas: una exageradamente larga, otra exageradamente corta y una de longitud ajustable.
Un día llegó el héroe Teseo y retó a Procusto a acostarse en su propia cama, una vea ahí fue amordazado y atado. Lo torturó para “ajustarlo” a la cama como él hacia a los viajeros, cortándole a hachazos los pies y la cabeza. Matar a Procusto fue la última aventura de Teseo en su viaje hasta Atenas”.
Este mito cobra vida en la actualidad. Estamos viviendo momentos políticos y sociales en los que nos encontramos numerosos “Procustos”. En la calle, en la familia, en las redes sociales, en los medios de comunicación. ¿Quizás tú eres un Procusto sin saberlo?
La incapacidad para reconocer las ideas de otros, el miedo, la envidia, la sugestión, las creencias limitantes; pueden llevar a  las personas a tomar malas decisiones en su vida. Cortar la cabeza o los pies a todos los que sobresalen y que no se ajustan a las propias ideas o a aquéllos que parecen más pequeños en relación a la “grandeza” propia.
La cama de Procusto nos dice como la familia, la sociedad, la empresa o la política es un sinónimo de uniformidad y el síndrome es ese conjunto de expresiones y conductas de intolerancia a la diferencia.
Las personas que dicen que no se puede, que es mentira, que es una utopía y que no puedes alcanzar tus sueños, solo están viendo lo que ellos reflejan en tu persona: miedo.
¿Qué podemos hacer para no dejar que nos roben la energía cortándonos la cabeza, los pies y las manos? Desarrollar las virtudes esenciales:
Confiar en el mundo, ese poder está dentro de ti, es una fuerza propia, “Renuncia a lo que no quieres y quédate con lo que sí quieres”.
Ser Honestos. La congruencia en los que piensas, sientes, dices y haces es lo que te permite no estar en contradicción.
Tolerancia. “Sin juicios todas las cosas son igualmente aceptables”
Paciencia. “Los que están seguros del resultado final pueden permitirse el lujo de esperar, y esperar sin ansiedad”
¡Te invito a ampliar una mentalidad abierta!
Referencia sobre las virtudes: Manual para el maestro. Un Curso de Milagros. Foundation for Inner Peace.

terapiabreveconbeatriz@gmail.com




martes, 1 de mayo de 2018

La intuición, sabiduría interior


Simple-Mente
Beatriz E. Alvarez Barrón
“La única cosa realmente valiosa es la intuición”
Albert Einstein


Desde niños percibimos de inmediato lo que sucede a nuestro alrededor sin “filtro” del razonamiento. Se ha dicho que la intuición es el lenguaje del alma, es la experiencia inconsciente preparada para ayudarnos a tomar decisiones.
La palabra intuición (del latín intuitio,​ «mirar hacia dentro» o «contemplar») es un concepto de la Teoría del conocimiento. En la mitología griega , Casandra  era hija de Hécuba y Príamo , reyes de Troya . Casandra fue sacerdotisa de Apolo , con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía 
.
Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, Casandra rechazó el amor del dios; este, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: seguiría teniendo su don (ver el futuro), pero nadie creería jamás en sus pronósticos. Fue vidente de tristes augurios.
Este mito griego nos aproxima a dos formas diferentes de discernimiento: El del intelecto racional y el de la visión intuitiva, el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo, la mente y el instinto, el conocimiento consciente y la experiencia inconsciente, el ego y la orientación del alma.
El «síndrome de Casandra» (término usado en psicología, política y ciencia) nombrado por el filósofo francés Gaston Bachelard en 1949, es un concepto ficticio usado para describir a quien cree que puede ver el futuro, pero no puede hacer nada por evitarlo. Por ejemplo, en la película Doce Monos la Doctora Kathryn Railly investiga este síndrome y a quienes lo sufren.
En mi experiencia como psicoterapeuta me encuentro con personas que se “separan” de su intuición por miedo, miedo a percibir por la lógica o por inspiración divina, lo que va a suceder. Prefieren dejarse llevar por el razonamiento. Las consecuencias en ocasiones son irreparables: “si hubiera hecho caso a mi intuición esto no habría sucedido…” La balanza interior se inclina hacia un lado y la razón se dirige hacia el otro.
En un mundo invadido por la tecnología, la intuición se ve relegada, inutilizada. Platicaba con mi hijo primogénito acerca de la facilidad que se tiene actualmente para obtener información: Google, Waze… tenemos aplicaciones y servidores que piensan por nosotros. Esto limita el uso de la capacidad de analizar y tomar decisiones propias guiadas por la intuición, que no se equivoca.
¿Cómo podemos de adultos volver a conectar con nuestra intuición  y confiar en nosotros mismos? Para desarrollar la inteligencia intuitiva hay que tener una filosofía de vida que incluya la práctica de la meditación, te “reúne” nuevamente con tu sabiduría interior.
 Ser más receptivo al mundo interior, a la voz interior que en segundos sabe percibir los peligros y tomar el mejor rumbo. Que la intuición sea tu estrategia diaria para tomar decisiones cotidianas, y a pesar de que tu razonamiento no esté de acuerdo con tu “corazonada”, hazle caso a tu intuición.
terapiabreveconbeatriz@gmail.com