martes, 1 de noviembre de 2016

¿Qué es el proceso de duelo?

Simple- Mente Beatriz E. Álvarez
El sábado pasado visité el Museo Panteón de Belén, hice el recorrido diurno con un grupo de personas, guiados por un joven que hizo su mejor esfuerzo por darnos información y contarnos algunas leyendas. Ahí me encontré con el sepulcro de un ancestro (6ª. generación) tío bisabuelo de mi bisabuela paterna, Romualdo Tolsa Sanz. Leer la lápida, me hizo añorar la niñez con mis abuelos, pero no sentí dolor, ni tristeza. El dolor por la pérdida de un ser querido, es igual a la calidad de la relación que se haya tenido con éste. No depende del parentesco. Si viviste alejada(o) de un familiar por mucho tiempo, su muerte no te dolerá tanto como la de un amigo o vecino con el que convivías a diario. El amor se riega día a día para que florezca. Cuando tienes una perdida, te quedas sin la presencia física y viene el desconsuelo y la añoranza. Hay diferentes factores que se deben tomar en cuenta para elaborar un proceso de duelo: las circunstancias de la muerte, los conflictos personales con el difunto, la edad del fallecido, si se han tenido pérdidas múltiples o acumuladas y la posibilidad de tener ayuda profesional. La tanatología, es la ayuda que se proporciona al paciente con una enfermedad en etapa terminal y a sus familias, o bien a una persona que esté viviendo algún tipo de pérdida. “…El duelo (del latín dolus=dolor) es la matriz que reúne la respuesta a las separaciones de ambientes, bienes materiales, roles sociales, valores afectivos, lazos afectivos, la salud y la separación de las personas queridas”. La elaboración del duelo, es un proceso largo, lento y doloroso y se termina cuando se es capaz de recordar lo perdido; sintiendo poco o ningún dolor. El manejo del duelo es aceptar la pérdida como una realidad, salir de la sensación de dolor, de temor, de incapacidad, de inseguridad, de pérdida, junto con todos los temores y creencias limitantes que implica. Las etapas por las que hay que pasar son las siguientes: 1. Negación de la realidad (existe tristeza y ansiedad) 2. Se experimenta ira, enojo, culpa y frustración. Se siente culpa por no haber sabido cuidar bien al ser querido y por no demostrarle cariño. También puede haber enojo contra los médicos por creer que no supieron salvarle la vida o aún más contra la propia persona fallecida por el abandono e incluso contra Dios, por tanto sufrimiento. 3. Se llega a un compromiso. Se empieza a tener de nuevo relación con la realidad. 4. Finalmente después de ir y venir en las etapas anteriores, se acepta lo que ha ocurrido. Si aceptas que la persona fallecida te dejó su cariño, sus enseñanzas y que compartiste su vida, aunque sea por un instante; ha valido la pena. Una vez que aceptas la muerte, la persona vuelve a estar viva dentro de ti, en tu corazón. Van desapareciendo los recuerdos de su muerte, del velatorio y cada día que pasa puedes sentir más paz, bienestar y alegría por haberla conocido. El sufrimiento fortalece, ayuda a mantenerte entero(a) a pesar del dolor. Te recomiendo leer el libro La Rueda de la Vida, de Elizbeth Kübler-Ross, psiquiatra y escritora suizo-estadounidense, una de las mayores expertas mundiales en la muerte, personas moribundas y los cuidados paliativos. Todo ser vivo muere, es normal que las generaciones anteriores mueran primero. Apoyar afectuosamente a las personas que han tenido una pérdida, les ayudará a superar en gran parte el duelo. Hay que tener fortaleza. Fuente: El duelo y su proceso para superarlo. Esperanza Díaz Maldonado .Asociación Mexicana de Tanatología A.C. terapiabreveconbeatriz@gmail.com

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